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Top 5: las apuestas más locas

Par dans

Top 5: las apuestas más locas

Muchos jugadores high-stakes ponen hasta su vida en riesgo con tal de seguir en el candelero. Y ganar pasta, claro está.

Lo jugadores profesionales de póker se atreven con todo dentro y fuera de las mesas. Cualquier excusa es buena para seguir con la adrenalina con las nubes y, en la medida de lo posible, ganar dinero por el camino. Repasamos algunas de las prop bets más locas de la historia de este mundillo. 

Rich Atali: pionero del confinamiento 

Estar encerrado en una habitación alicatada e insonorizada y sumido en la más absoluta oscuridad. Ni teléfono, ni televisión, ni libros, ni música, ni siquiera un reloj. De hecho, ni el más mínimo contacto con el mundo exterior, salvo las comidas que se entregan a intervalos irregulares. No hay objetos con los que entretenerse, salvo una esterilla de yoga y una pelota de masaje. Este aislamiento total, digno de Guantánamo, no se lo desearíamos ni a nuestro peor enemigo. Y, sin embargo, este es el calvario al que ha aceptado someterse el profesional de las apuestas Rich Alati tras el desafío de su amigo y colega Rory Young. Si Alati consigue recluirse de la manera más extrema durante todo un mes -un total de 720 horas- saldrá 100.000 $ más rico, de no lograrlo, saldrá 100.000 $ más pobre.

rich atali Lanzada durante el invierno de 2018, la apuesta traspasó rápidamente las fronteras del mundo del póker. Los medios de comunicación y las redes sociales empezaron a hablar del asunto. Muy pocos creían en las probabilidades de Alati. "Yo no lo intentaría ni por un millón", era lo que más se escuchaba en los mentideros. Otros muchos señalaban los peligros potenciales de tal apuesta. Una batería de psicólogos se lanzó a señalar daños psicológicos irreversibles a largo plazo. E incluso se comparó con una forma de tortura, basándose en informes de la ONU. No obstante, la mayoría de los comentaristas consideraron que no llegaría tan lejos: ya sería una hazaña que durara más de dos días antes de volverse loco y pedir que lo liberen.

Veinte días después de encerrarse en el baño, Rich Alati oyó que llamaban a la puerta. Era su amigo Rory Young. Le estaba ofreciendo un final anticipado de la apuesta. Al darse cuenta de que estaba al borde de la derrota, Young había ido a verlo varias veces en las jornadas anteriores, pero había sido rechazado cada vez. Esta vez, Young le hizo finalmente una oferta que valía la pena escuchar: 62.400 $, es decir, dos tercios de la cantidad comprometida. Con gafas de sol para no quemarse las pupilas, Alati volvió al mundo real.

rich atali 2Tal y como confiaría más tarde al rotativo británico The Guardian, Alati empezó a descarrilar rápidamente durante su confinamiento forzoso. Al cabo de tres días (¿o cuatro?), vio aparecer “pequeñas burbujas blancas flotando en la habitación”. Para aguantar, no tuvo más remedio que aceptar estas visiones e integrarlas en su paisaje mental. "De lo contrario, habría empezado a enloquecer”, señalaría.  Para ocupar su tiempo, pudo confiar en la práctica intensiva del yoga, los estiramientos regulares y el perfeccionamiento gradual de las pocas actividades manuales que se le permitían. "El truco era convertir cada movimiento en un reto. ¿Cómo puedo mejorar mi técnica de cepillado dental? ¿Cómo puedo enjabonarme mejor que el día anterior? ¿Puedo optimizar el uso de los bastoncillos de algodón?”, declararía. Pero si Alati salió airoso del reto fue sobre todo gracias a una simple idea. "La puerta no estaba cerrada con llave. Si hubiera querido, podría haber salido en cualquier momento”, según él. - Benjo

Antonio Esfandiari: de mear y no echar gota

Cuando se trata de apostar en el mundo del póker, especialmente cuando las cantidades se disparan a cinco o incluso seis cifras, es imposible no encontrarse con el nombre de Bill Perkins. Empresario multimillonario especializado en la gestión de fondos de capital riesgo, Perkins ha hecho fortuna en el sector energético y en la financiación de start-ups, y también produce películas en su tiempo libre. Aficionado al póker desde hace mucho tiempo, el tejano nunca dice que no a un torneo muy caro, como demuestra su último resultado: un sexto puesto en el torneo más caro de la historia del póker hasta la fecha, el Tritón a 1.050.000 £ la entrada organizado en Londres en el verano de 2019.

Perkins, que se preocupa poco por el qué dirán, siempre está dispuesto a embarcarse en apuestas exóticas si ve algún filón en ellas. Recordemos por ejemplo la de los hermanos Matt y Jaime Staples. Por 3.000 $ a una cuota de 50 a 1, los hermanos tenían que alcanzar el mismo peso... ¡cuando uno pesaba 138 kilos y el otro 61! Un reto con resultados impresionantes y ganado con creces. También podemos mencionar los 15.000 $ ofrecidos a Joe Ingram por recorrer una milla (1,6 km) en el agua cuando no sabía nadar o la apuesta de 600.000 $ (que finalmente perdió) contra su gran amigo Dan Bilzerian, después de que éste recorriera en bici en menos de 48 horas las 320 millas (515 kilómetros) que separan Las Vegas de Los Ángeles.

antonio esfandiariNo obstante, la prop bet más interesante de este párrafo "solo" valía 50.000 $, aunque su planteamiento inicial no tenía precio. Es enero de 2016 en las Bahamas y la PokerStars Caribbean Adventure está en pleno apogeo. Para empezar el año con una nota alta, Perkins desafía a Antonio Esfandiari a viajar durante dos días completos, arrodillándose en el suelo a cada paso, en una serie de grandes splits atléticos sacados directamente del sketch del Ministerio de Andares Tontos. Sin embargo, Perkins, antiguo gimnasta, había pensado perfectamente su jugada de antemano, calculando las distancias que Esfandiari tendría que recorrer y concluyendo que la actuación era irreal. Lo que no había tenido en cuenta, o al menos subestimado, era la obstinación de El mago. Mientras el Día 2 del Evento Principal sigue su curso, Antonio se deja llevar por un impulso natural y apremiante. Sintiéndose físicamente incapaz de moverse en las condiciones previstas por la apuesta, decide hacer sus necesidades... sin abandonar su asiento, con la ayuda de un recipiente escondido bajo la mesa.

Excepto que Esfandiari acaba siendo amonestado tras ser descubierto en el acto: micción imposible. Inmediatamente, los oficiales le descalifican del torneo por no respetar la etiqueta de la mesa. Con todo, Antonio Esfandiari se obstinó en llegar hasta el final de su apuesta, antes de disculparse en dos tiempos ante el mundo del póker. El primero es un largo mensaje en el que explica sus arrepentimientos y su vergüenza: "Sobre el papel he ganado, pero en la vida he perdido. Por mucho que uno aprecie este tipo de apuestas, hay una línea que no se debe cruzar. En este caso, metí la pata", comentó.  El siguiente paso fue donar los 50.000 $ ganados a dos organizaciones benéficas, divididos a partes iguales entre las fundaciones One Drop y REG. "Lección aprendida", concluyó El mago. ¿Hasta la próxima vez? - Flegmatic

Amarillo Slim: perro viejo desde que nació

¿Conoces el título de la famosa autobiografía de Thomas Austin Preston, alias Amarillo Slim? Mi vida es una apuesta, simplemente. Ni más ni menos. Pues no contento con haber amasado millones de dólares en las mesas de póker durante décadas, este antiguo road gambler fallecido en 2012 siempre aceptó de buena gana muchas apuestas para aumentar su bankroll, o simplemente por el subidón. ¿Su fórmula? Proponer apuestas aparentemente imposibles para optimizar el angle shoot. El ejemplo más famoso de esta astucia tuvo lugar en un green: Slim apuesta 40.000 $ a que conseguirá hacer un swing a una distancia de una milla (1,6 kilómetros). Sin embargo, sus adversarios no se dejan engañar, ya que imponen cláusulas como la imposibilidad de golpear la pelota desde una montaña o un avión, y la obligación de utilizar un drive clásico. Misión imposible a primera vista: ni siquiera Tiger Woods podría, humanamente hablando, tener éxito en un tiro así... Pero Amarillo había preparado bien el terreno: si sus compañeros esperaban que probara suerte en los clásicos 18 hoyos, no fue así. La leyenda les llevó a un gran lago helado. Slim ejecutó su mejor swing, enviando la pelota alegremente sobre el hielo hasta superar la distancia requerida... Demasiado fácil.

amarillo slimPor eso, al apostar con el ganador del Evento Principal de las WSOP de 1972, había que prestar mucha atención a las condiciones del trato. En otra ocasión, el tejano retó al mítico caballo Seabiscuit y a su jinete a una carrera de 100 metros. Como nadie había estipulado que el duelo se celebrase en línea recta, Slim decretó que la carrera consistiría en un viaje de ida y vuelta. Perdiendo una enorme cantidad de tiempo en dar la vuelta, el caballo cruzó la línea en segunda posición y regresó al establo con un fuerte suspiro de alivio...

Slim 2 El poseedor de cuatro brazaletes de las WSOP también protagonizó otras triquiñuelas similares, como cuando retó al tenista Bobby Riggs a una partida de ping-pong. ¿Un duelo demasiado desequilibrado? No tanto si tienes derecho a elegir las raquetas. Amarillo propuso sartenes. Y lo que no sabía su adversario es que lo hizo porque había estado semanas practicando con ellas. La leyenda cuenta que repitió contra un campeón taiwanés con... ¡botellas de Coca-Cola!  Añadiendo así un poco de picante a su turbulenta historia. Por cierto, si quieres conocer más anécdotas sobre el personaje solo tienes que preguntarle al exmiembro del Team Winamax Michel Abécassis. - Rootsah

ElkY: del grind al ring

Noviembre de 2011. En lo más alto del póker mundial se encuentra un jugador francés: Bertrand "ElkY" Grospellier. Tras cuatro años arrasando en el circuito profesional y muchos millones acumulados, el galo alcanza la gloria gracias a su victoria en la PCA, sus éxitos en el World Poker Tour de Las Vegas y un brazalete WSOP en una variante muy old school: el Stud de 7 cartas. Para muchos analistas, este despegue tiene su origen en la radical transformación física y mental de ElkY. Atrás quedaba la imagen del grinder online con sobrepeso que se atiborraba de comida basura frente a sus pantallas: en un tiempo récord, ElkY se deshizo de 25 kilos (obviamente, fue para ganar una apuesta).

elky 1 Asesorado por varios entrenadores, entre ellos un tal Stéphane Matheu, se convirtió en un auténtico atleta, que pasaba la mayor parte de su tiempo libre levantando pesas y golpeando sacos. Su cara sale en las portadas de todas las revistas de póker, los medios de comunicación más importantes se fijan en su atípica trayectoria profesional, su contrato con el líder mundial PokerStars es uno de los más jugosos del momento, en definitiva: ElkY parece intocable.

Por eso, cuando se organiza un combate de kickboxing contra otro miembro del PS Team, Lex "RaSZi" Veldhuis, la tentación de apostar por el chico de oro galo es fuerte. No es ni el más en forma ni el más experimentado, de hecho, su oponente holandés ya sabe lo que es subirse a un ring. ¿Se trata de una sucker bet? No, no y no: el mejor jugador de póker del mundo está on fire y quiere demostrarlo dentro y fuera del tapete.
 

Al echar la vista atrás, este entusiasmo hace sonreír a uno de los franceses que apostó en aquel momento: "¡Todos llevábamos la bufanda  puesta en este combate! Hubo un gran número de apuestas, el entusiasmo fue increíble. Me costó 2K, pero diría que hubo un millón de euros en total. Incluso hoy en día, sólo con recordarlo me pongo malo”. Porque la decepción del clan tricolor sería tan grande como las esperanzas depositadas en su potro: supuestamente iba a durar cinco asaltos de tres minutos. El combate, organizado en Marbella, sólo duraría dos. Visiblemente inferior técnicamente, sin duda un pelo estresado por lo que está en juego y (quizás) con un arbitraje en su contra, es un ElkY ensangrentado el que agitaría la bandera blanca tras recibir un high-kick en la sien, sin haber causado ningún problema real a su oponente. La moraleja de esta historia ya era conocida por todos los apostantes: nunca, nunca apuestes con el corazón, ni como patriota. - Benjo

Brian Zembic: como dos carretas

En el gran libro de historia de las apuestas de las prop bets, hay una jerarquía informal: las consideradas más nobles suelen tener una vocación deportiva y física: requieren un gran esfuerzo y una cierta superación de uno mismo. El éxito en ellos enriquece no sólo la cartera, sino también el cuerpo y la mente. Los ganadores salen transformados, mejores, y son recordados como ejemplos de abnegación. En un registro más mundano, encontramos las apuestas de privación, aquellas que se ganan si uno consigue abstenerse de algo durante un determinado periodo de tiempo: dejar de beber durante varias semanas, dejar de comer carne como intentó el bueno de Phil Ivey (perdió 150.000 € por el camino), la abstinencia carnal (ver Seinfeld), etc. En la misma línea, las apuestas para perder peso son un clásico atemporal, y no sólo en el mundo del póker.

Brian Z.Asimismo, hay una categoría de apuestas más extraña, más controvertida, digamos que más difícil: las que no requieren ningún esfuerzo o talento particular, simplemente requieren exponerse a la incomodidad y/o al ridículo durante un periodo de tiempo más o menos largo. En esta familia de "apuesto a que no vas a", hay algunos casos bastante benignos e inocentes, como el del empleado de Winamax que, hace unos años, se embolsó una gran suma de dinero al aceptar que le recortaran el pelo para que apareciera una lagartija muy acertada -y grotesca- en su cráneo. Por supuesto, nos divertimos mucho durante un par de semanas mientras volvía a crecer, pero el hombre del lagarto se fue de vacaciones a costa del personal: win-win. Menos divertidas son las historias de esos pobres padres que aceptaron tatuarse el nombre de un casino en la frente a cambio de unos cuantos billetes (sí, hubo varios): que sepamos, convertirse en un cartel publicitario humano no hizo a ninguno de ellos más feliz que antes.

Brian Z. periódicosAhora bien, cuando se trata de una transformación radical, ¿quién lo haría mejor que Brian Zembic? En 1996, el año en que su vida dio un vuelco, este caprichoso mago y profesional del backgammon ya era conocido en Las Vegas como un personaje dispuesto a hacer cualquier cosa para ganar un billete: pasar una noche tumbado en un banco de Central Park, vivir una semana en una bañera o incluso dentro de una caja. Pero todo esto no es nada comparado con lo que le ofrece un colega durante una comida de estas que se alargan más allá de la sobremesa: ponerse implantes de pecho y mantenerlos durante un año por la suma de 100.000 $. El canadiense vacila un poco, pero, tras perder dinero en la Bolsa, acepta. No muy lejos de estar en la ruina, se resigna a pedir cita a un cirujano plástico, que le coloca un magnífico par de berzas de la talla 95 (y además gratis: el médico, apasionado del póker, también le debía dinero a Zembic).

Pero la cosa no se queda ahí. Un año después de pasar por el quirófano, Brian Zembic cobra su pasta. La operación a la que se ha sometido es completamente reversible: sólo tiene que pasar de nuevo por el quirófano volver a ser un hombre hecho y derecho. Excepto que..., al final, se acostumbra a ello, a sus tetas de plástico. Y aprovecha la delantera para lucirla por todas partes: en el Strip, en los periódicos, en la televisión, en las librerías (a través del excelente libro The Man with the $100,000 Breasts). Todo ello sin dejar de vivir una existencia que se ajusta a las exigencias de la buena sociedad: matrimonio, hijos, etc. Así, lo que empezó como una apuesta por un contrato de duración determinada se ha convertido en un modo de vida sostenible: veinticinco años después de su operación, Brian Zembic sigue llevando el sujetador. Y tú, ¿por cuánto lo harías? - Benjo

Traducido por Manu S.

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Benjo DiMeo

Triple vainqueur VSOP à Cognac.

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